martes, 18 de febrero de 2020

CHLORIDE- PERDIDO EN EL TIEMPO










A 20 millas de Kingman en dirección Las Vegas, arranca un camino de unas 4 millas que nos lleva al pueblo de Chloride

Chloride podria parecerse a cualquier pueblo kitsch salvaje del Oeste convertido en trampa para turistas. Pero si miras un poco más en profundidad, encontrarás algo que hace que este pueblo fantasma se destaque: una colección maravillosamente extraña de arte basura y una exhibición de murales gigantes.








Fundada en 1862 como una ciudad minera de plata, Chloride fue el hogar de unas 75 minas y 5,000 residentes. Los mineros locales excavaron minerales como plata, oro y turquesa durante más de seis décadas, hasta finales de la década de 1920, cuando la ciudad fue quemada en su totalidad (casi). En la década de 1940, prácticamente se había convertido en un pueblo fantasma.









Ahora Chloride está regresando, gracias al turismo, (aunque a decir verdad al llegar nosotros al pueblo alrededor de las 17´00 horas, no se veía un alma en todo el pueblo, aunque se atisbaba alguna persona observándonos a través de la ventana) Con nuevas atracciones como simulacros de tiroteos, la oficina de correos más antigua de Arizona y "La única asociación de lucha contra armas de fuego femenino del mundo", la ciudad es una oportunidad para caminar a través de una ciudad original del Salvaje Oeste.





El extraño arte basura de Chloride se puede ver fácilmente a lo largo del camino de la parte no histórica de la ciudad. Los conductores pueden admirar un flamenco hecho de un tanque de gasolina, un hombre de hojalata con un sombrero azul y un árbol de chatarra con elementos oxidados que cuelgan de las ramas. Las tumbas en el cementerio de la ciudad incluso están cubiertas con teléfonos viejos. De hecho, de las 20 casas actualmente habitadas de Chloride, cada una de ellas presenta una muestra de arte basura. Una casa, por ejemplo, presenta un elaborado árbol de botellas; otro muestra una araña metálica junto a una oruga hecha de bolas de boliche.


El censo de habitantes a dia de hoy, es de 270 habitantes, pero os puedo garantizar que en todo el tiempo que estuvimos allí, solo vimos a una anciana desdentada y un señor a lo lejos paseando a su perro










Si vais entre semana de visita, no veréis un alma en el pueblo, aunque dicho sea de paso, es la mejor experiencia para sacarle todo su partido a este misterioso pueblo fantasma, en el cual estas esperando en todo momento que te salga un loco con una mascara de piel de cerdo y una motosierra


 Más difíciles de alcanzar, pero igualmente vale la pena visitar, son los Murales de Chloride. Un camino de 1.3 millas, para todo terrenos, pasando por minas abandonadas y antiguos petroglifos nativos americanos lo llevará cuesta arriba a los murales de Roy Purcell, quien, en 1966, era un buscador local con bastante tiempo de sobra .







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