El héroe de los estadounidenses había vivido una niñez muy dura. Ruth fue criado en un orfanato, guiado por el Hermano Matthias, quien fue como un padre para él. Matthias ayudó a la formación de Babe como persona y como pelotero. Babe se mantuvo en el orfanato hasta cumplir los 18 años de edad.
En 1914, Jack Dunn, dueño de los Orioles de Baltimore, firmó a George Herman Ruth Jr. para el beisbol profesional. Dunn debió asumir la custodia legal de Ruth, quien apenas tenía 19 años de edad. El joven pelotero, que no contaba con muy buena educación, pasó a ser conocido como "Jack Dunn's Baby" (El bebé de Jack Dunn) y los periodistas deportivos rápidamente le dieron el nombre de "Babe".
No pasaría mucho tiempo para que Dunn vendiera a Babe a los Medias Rojas de Boston y no pasaría mucho tiempo antes que Ruth se convirtiera en el mejor pitcher zurdo de la Liga Americana. El joven lanzador, que nunca había estado fuera del estado de Maryland, obtuvo 89 victorias en 6 años y lanzó 29 innings y 2/3 consecutivos sin permitir carreras en la Serie Mundial.
En 1919, Babe Ruth implantó un récord de 29 cuadrangulares en una temporada. Fue el líder en carreras empujadas, anotadas, bases alcanzadas y slugging. Esa sería su última actuación en Boston, pues el dueño de los Medias Rojas estaba vendiendo a sus mejores jugadores y esto hizo que Ruth pasara a los Yankees de Nueva York por $ 125.000 y comenzara la leyenda.
Babe Ruth estableció récords de cuadrangulares (54 y 59) en las dos siguientes temporadas. Por primera vez en la historia, más de un millón de fanáticos había asistido a ver a una franquicia de beisbol en una temporada. El Babe contaba con sólo 26 años de edad y era el líder vitalicio de cuadrangulares en las Grandes Ligas. Esto sirvió para que los Yankees construyeran un nuevo estadio en el Bronx que acogiera al gran número de aficionados que quería ver al "bambino" conectar sus largos batazos.
Babe Ruth estableció muchos récords que eran inimaginables en el beisbol de aquel entonces. Muchas de esas marcas aún se mantienen y otras han sido rotas después de largo tiempo. Parece indiscutible que el "bambino" ha sido el mejor jugador en la historia, no sólo por sus números, sino por lo que representa en la historia del juego.
Babe Ruth murió de cáncer con tan sólo 53 años de edad y más de 100.000 aficionados le rindieron homenaje en el Yankee Stadium.
Por octubre de 1934, después de su última campaña completa en las Grandes Ligas, la fama de Babe Ruth ya se había expandido alrededor del mundo.
Integraba un grupo de estelares como Lou Gehrig, Jimmie Foxx, Lefty Gómez o Charlie Gehringer, quienes visitaron Japón en una gira beisbolera de beneficencia.
Julia Ruth Stevens, la hija adolescente de Babe, se unió a sus padres en el viaje, que fue por cierto su regalo de graduación.
Su barco arribó y subieron a automóviles, que difícilmente se podían mover sobre los numerosos aficionados japoneses que concurrieron para ver a Ruth.
"Dios mío, la gente en Japón rodeó totalmente a mi papá. Estuvieron diciendo todo el tiempo: ¡Baby Ruth! Baby Ruth!", dijo recientemente Stevens en una entrevista.
La tarde del pasado sábado Barry Bonds igualó la mágica hazaña de Ruth y su número de 714 cuadrangulares, que fue el récord de las Grandes Ligas de 1935 a 1974 y ahora está solamente detrás de Hank Aaron y sus 755 vuelacercas.
Más de 70 años después de su último partido y a casi 60 años de su muerte, Ruth permanece singularmente poderoso.
Una búsqueda en el sitio de internet Google.com por el nombre de Babe Ruth, arrojó resultados de casi ocho millones de datos relacionados con él.
Su contrato de 1919 fue subastado por la empresa Sotheby el año pasado por 996 mil dólares. El adjetivo Ruthiano, para describir algo más grande que la vida o que otra persona, ha sido aceptada en el vocabulario estadounidense.
O quizás la Liga Babe Ruth Inc. que desarrolla talento joven y de la cual forman parte 900 mil jugadores en más de 7 mil 300 circuitos alrededor del mundo; uno de esos alumnos, curiosamente, es Barry Bonds, quien jugó en la liga de San Mateo, California cuando era niño.
Stevens tenía 17 años cuando se fue a Japón. Ahora tiene 88 años y tiene muy fresco en su memoria a su ya hace mucho tiempo fallecido padre, uno de los íconos en la historia del deporte en los Estados Unidos.
"No hay gran diferencia a donde vayas. si dices el nombre de Babe Ruth, la gente sabe de quien se trata", dijo Stevens desde Chicago.
"Nunca soñé que su nombre y todo lo que representa sería así de grande alguna vez, incluso más ahora que cuando estaba vivo", dijo.
Linda Tosetti, nieta de Ruth, a través de otra de sus hijas, Dorothy: "El nombre es mágico, como mi madre solía decir".
http://www.meridiano.com.ve/mlb/leyendas.asp
http://www.eluniversal.com.mx/deportes/82422.html
1 comentario:
Y lou gehrih ? y Joe DiMaggio?
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