Hay muchos mitos, como el del pacto de Fausto con el Diablo, pero ninguno de estos mitos ha resultado tan perdurable como el de Robert Johnson conocido como el Rey del Blues del Delta, Robert Johnson nació en Hazlehurst, Misisipi, el 8 de mayo de 1911, fue un cantante, compositor y guitarrista estadounidense de blues. El bluesman Son House, contemporáneo de Johnson, insistió en que tocaba decentemente la armónica, pero como guitarrista era terrible, hasta que desapareció durante un tiempo y.....aquí empieza su increíble historia, al cabo de unos meses, reapareció de nuevo, seguro como cantante y poderoso como guitarrista, según muchos el mejor guitarrista de la historia del blues y según cuenta la leyenda todo se debió a un pacto con el Diablo en un solitario cruce de caminos.
La historia se contó inicialmente de un bluesman mayor, Tommy Johnson (no era pariente suyo), pero murió en 1956, a los 60 años, fue más inquietantemente la historia de Robert Johnson, quien murió en 1938, con solo 27 años, después de una vida problemática y una carrera itinerante. Sus únicas grabaciones, realizadas un año antes de su muerte, todavía tienen una calidad espeluznante incluso 80 años después.
La visión de Goodman incluía alusiones a las letras de Johnson, con el diablo diciéndole que se llenara el estómago con tamales para el viaje. Johnson tenía una canción llamada "They're Red Hot" que hablaba de esos tamales calientes y en su tema "Hellhound On My Trail" también hacia alusión al sabueso infernal que Goodman cuenta en su "visión", pero vayamos directamente con ese relato de Goodman
ENCUENTRO CON EL DIABLO EN EL CRUCE DE CAMINOS
La "visión", contada por Henry Goodman
Robert Johnson había estado tocando en Yazoo City y en Beulah tratando de volver a Helena, el paseo lo dejó en una carretera junto al mississippi, caminando por la carretera, con la guitarra en la mano apoyada en su hombro, era una fresca noche de octubre con luna llena resplandeciendo en el cielo oscuro, Robert Johnson pensando en lo que Son House le dijo: "Deja esa guitarra, muchacho, estás volviendo loca a la gente", Robert Johnson necesitaba como siempre una mujer y un poco de whisky. Grandes árboles alrededor, camino oscuro y solitario, y un perro negro aullando y gimiendo como loco, junto a una zanja en la carretera, enviando escalofríos electrificados arriba y abajo por la columna vertebral de Robert Johnson, cerca de un cruce de caminos al sur de Rosedale.
Robert Johnson, se sentía mal y muy solo, un poco mas adelante un hombre sentado a un lado de la carretera en un tronco en el cruce de caminos le dice: "Llegas tarde, Robert Johnson ", Robert Johnson cae de rodillas y contesta: "Quizás no". El hombre se pone de pie, era muy alto, con el pecho como un tonel y negro como los ojos cerrados para siempre como el bebé nacido muerto de Robert Johnson, y camina hasta la mitad del cruce donde estaba arrodillado Robert Johnson y le dice; "Ponte de pie Robert Johnson, ¿ quieres tirar esa guitarra ahí en esa zanja con ese perro sin pelo y volver a Robinsonville a tocar el arpa con Willie Brown y Son y acabar siendo un guitarrista como todos los demás? o ¿quieres tocar esa guitarra como nadie la había tocado antes y hacer un sonido que nadie haya escuchado nunca? ¿Quieres ser el rey del Delta Blues y tener todas las mujeres y whisky que quieras?, "Eso es mucho whisky y mujeres" le contesto Robert Johnson, "Te conozco bien, Robert Johnson", dijo el hombre alto, Robert Johnson, sintió la luz de la luna cayendo sobre su cabeza y la parte posterior de su cuello como se siente como el calor del sol de mediodía, y el aullido y gemido del perro en la cuneta le penetró el alma, subiendo a través de sus pies y la punta de sus dedos a través de sus piernas y brazos, instalándose en ese gran lugar vacío debajo del esternón, lo que le hacía temblar y estremecerse como un hombre con parálisis. Robert Johnson dijo: "Ese perro se volvió loco", el hombre alto se ríe. "Ese perro me pertenece, no está enfadado, tiene el blues, tengo su alma en mi mano". El perro dejó escapar un gemido bajo, largo y conmovedor, y un aullido como nunca antes había escuchado, rítmico, sincopado, gruñidos, aullidos y ladridos, agarrando a Robert Johnson como un gran mal y haciendo que a las cuerdas de su guitarra vibrar, tararear y cantar con un sonido oscuro de blues, hermosos y conmovedores acordes y notas que poseen a Robert Johnson, apoderándose de él, dándole vueltas, perdiéndolo dentro de sí mismo, levantándolo hacia el cielo. Robert Johnson mira hacia la zanja y ve los ojos del perro reflejando la brillante luz de la luna o eso le parece a Robert Johnson, brillando por sí solos, con un profundo brillo rojo penetrante, y Robert Johnson sabe y siente que le está mirando a los ojos de un sabueso infernal, mientras su cuerpo se estremece de la cabeza a los pies.
El hombre alto dijo: “El perro no está a la venta, Robert Johnson, pero el sonido puede ser tuyo, ese es el sonido del Delta Blues ". “Tengo que tener ese sonido", le contesto Robert, "Ese sonido tiene que ser mío, ¿Dónde firmo?" El hombre alto dijo “No necesitas lápiz, Robert Johnson, tu palabra es suficientemente buena, todo lo que tienes que hacer es seguir caminando hacia el norte, pero es mejor que estés preparado, tendrá consecuencias "."¿Preparado para qué?" le contestó Robert, "¿Sabes dónde estás, Robert Johnson? Estás parado en medio de la encrucijada a medianoche, esa luna llena está justo sobre tu cabeza, si das un paso más, estarás en Rosedale, si tomas esta carretera hacia el este, volverás a la autopista 61 hasta Cleveland, puedes dar la vuelta y volver a Beulah o simplemente ve hacia el oeste y siéntate en el dique a mirar el río, pero si tu das un paso más en la dirección en la que vas, estarás en Rosedale a la medianoche bajo esta luna llena de octubre, y tendrás el blues como nunca antes se ha conocido en este mundo. Pero mi mano izquierda estará envuelta para siempre alrededor de tu alma, y tu música poseerá a todos los que la escuchen. Eso es lo que va a pasar, para eso es mejor que estés preparado, tu alma me pertenecerá, esto no es cualquier cruce de caminos, puse esta "X" aquí por una razón, y te he estado esperando ". Robert Johnson giró su cabeza, sus ojos hacia arriba para mirar fijamente la luz cegadora de la luna que ahora ha llenado completamente la noche del Delta, noche negra como la boca del lobo, perforando su ojo derecho como un rayo de relámpagos cuando llegaba la medianoche. Miró al hombre alto directamente a los ojos y dijo "Da un paso atrás, voy a Rosedale, yo seré el Blues ". El hombre se hizo a un lado y dijo “Continua, Robert Johnson, serás el rey del Delta Blues, sigue hasta Rosedale, y cuando llegues a la ciudad, te traerán un plato de tamales calientes porque vas a necesitar algo en tu estómago hacia donde se diriges.
Robert Johnson murió envenenado en un juke-joint, supuestamente por algún marido celoso de alguna de las mujeres con las que coqueteaba y algo mas el granuja de Robert Johnson, quienes estaban allí presentes cuentan que lo vieron correr en cuatro patas, aullando y echando espuma por la boca como si fuera uno de esos sabuesos infernales que describía en su canción.
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