lunes, 30 de junio de 2008
LA BATALLA DE GETTYSBURG - EL PRINCIPIO DEL FIN
La guerra civil norteamericana duró cinco años. Durante su transcurso, murieron miles de hombres en cruentas batallas. Una de ellas, la más decisiva y famosa, es sin duda Gettysburg. En ella el general Lee fue vencido. Esta derrota inició un proceso de inexorable debilitamiento de las fuerzas sureñas que concluyó con la capitulación de los Estados Confederados Sureños ante el general Ulises Grant. En Gettysburg fue fundamental la defensa de la colina Little Round Top por el heroico profesor de religión, convertido entonces en coronel, Joshua Lawrence Chamberlain. Cuando sus hombres parecían que estaban a punto de ser avasallados por las cargas de las tropas sureñas, Chamberlain ordenó un enérgico contraataque a punta de bayoneta. Esto sorprendió a los soldados del Sur y terminó por dispersarlos. Luego de la victoria norteña, en el campo de Gettysburg yacían miles de cadáveres.
En Junio de 1863, la fortuna militar Confederada en el Este estaba en su cenit. El Ejército de la Unión del Potomac acababa de ser derrotado en la Batalla de Chancellorsville; vigorizado con su victoria, el Ejército de Virginia del Norte empezó la invasión del Norte. Parecía que una victoria decisiva más, esta vez en el suelo del estado Norteño, podría aplastar la ya hundida voluntad del Norte y forzar al gobierno de Abraham Lincoln a la mesa de negociación, donde una paz negociada podía ganar la guerra para la Confederación.
El 1 de Julio, por una dramática consecuencia, el ejército del General Robert E. Lee se encontró con el Ejército del Potomac. mandado ahora por el Maj. Gen. George Gordon Meade, en la Batalla de Gettysburg. El primer día del encuentro, las legiones de Lee empujaron a las tropas Federales a través de la ciudad a una posición defensiva en Cemetery Ridge. El ejército de Lee parecía invencible. Al final del día, parecía como si otra gran victoria Confederada estuviera por producirse. Sin embargo, podría ganarse esta vez más que sólo otra batalla , posiblemente toda la guerra.
Por supuesto no ocurrió de este modo. Mejor liderado por Meade, superiores decisiones tácticas de sus oficiales de campo y, lo más importante, tenazmente combatido por las tropas Federales, derrotó al los Confederados y los empujo a Virginia. Con la retirada del ejército Rebelde, el espectro de la paz se desvaneció para siempre.
Pero estuvo cerca. Desde entonces, los " ¿y si?" de Gettysburg han encantado a los historiadores de la batalla más importante de la Guerra Civil. Uno de los grandes imponderables se sitúa en la funesta lucha por Little Round Top. La posición defensiva de la Unión en el segundo día de batalla se asemejaba a una "J" invertida, extendiéndose desde Culp`s Hill al norte, alrededor de Cemetery Hill y al sur irregularmente a lo largo de Cemetery Ridge hasta Little Round Top. Geográficamente y estratégicamente, los 182 metros de altura de Little Round Top se anclaban a la izquierda de la Línea de la Unión. En manos Confederadas, las tropas de Lee tendrían un trampolín para atacar la retaguardia de la Unión y forzar la evacuación de Cemetery Ridge.
La mañana del 2 de Julio, el segundo día de la batalla, Little Round Top estaba ocupada por una división del XII Cuerpo mandado por el Brig. Gen. John W. Geary. Meade ordenó a la unidad de Geary reunir el resto del XII Cuerpo en Culp`s Hill y a las tropas del III Cuerpo del Maj. Gen. Daniel E. Sickles encargarse de la posición de Geary. Pero en la confusión, las tropas del III Cuerpo no llegaron y Geary empujó fuera a sus hombres demasiado pronto, dejando Little Round Top indefensa. Lee, sintiendo la debilidad Federal, eligió atacar el sur de la línea de la Unión. Si las tropas Confederadas pudieran romper esta parte de las defensas de la Unión y ocupar Little Round Top, toda la línea de la Unión se volvería indefendible.
Hubo muchos momentos cruciales en los tres días de batalla en Gettysburg, pero ninguno como la defensa de Little Round Top por el 20º Regimiento de Maine. Si hubieran sido expulsados los Yankees de Maine de Little Round Top, la Batalla de Gettysburg podía haber tenido un resultado diferente. Al menos, Meade así lo pensó, diciendo más tarde, " A no ser por el oportuno avance del Quinto Cuerpo y el rápido envió de una parte a Round Top, donde se encontraron al enemigo casi en la cresta y tuvieron una desesperada lucha para asegurar la posición- Yo digo que a no ser por estas circunstancias el enemigo habría asegurado Round Top plantando su artillería ahí, dominando todo el campo de batalla, y el resultado de lo que hubiera pasado lo dejo a su juicio."
Afortunadamente para las fuerzas Federales, a Lee le llevó la mayor parte del día reunir sus tropas y disponerlas para atacar las zonas débiles. Su plan era atacar la izquierda de la Unión con 20.000 hombres mientras el resto de su ejército presionaba la derecha de la Unión. La división de Mayo General John B. Hood, compuesta por la Brigada de Alabama del Gen. Brig. E.M. Law a la derecha y la Brigada de Texas/Arkansas del Gen. Brig. J.B. Robertson a la izquierda, avanzaría primero sobre las 4:30 p.m. Se dirigieron hacia el sur de la línea de la Unión defendida por el V Cuerpo del Maj. Gen. George Sykes. A medida que la brigada de Law avanzaba, giró oblicuamente hacia la izquierda, golpeando la ladera occidental de Little Round Top y arremetiendo hacia el desfiladero de Plum Run; lo que amenazó con envolver todo el flanco izquierdo de la Unión. El Teniente General James Longstreet más tarde describiría este avance de la división de Hood como las " 3 mejores horas de combate que ninguna tropa había hecho en un campo de batalla."
Mientras tanto, Meade estuvo enviando tropas hacia el interior de sus líneas tan rápido como llegaban al campo de batalla. Estaba preocupado por el flanco izquierdo de la Unión y envió a su jefe de ingenieros, Gen. Brig. Governeur K. Warren, a Little Round Top para valorar la situación. Warren llegó a las 3:30 p.m. y- para su completa sorpresa- encontró la colina sin defensa. Reconociendo el desastre en el hecho, envió frenéticamente jinetes a Meade y Sickles que mandaba el adyacente III Cuerpo, solicitando ayuda inmediata. Sickles, cuyas tropas aún estaban calurosamente trabadas en combate, respondió que no tenía nada que le sobrase. Afortunadamente, el Coronel Strong Vincent, que mandaba la 3ª Brigada de la 1ª División, del V Cuerpo, interceptó uno de los mensajes de ayuda. Inmediatamente reconoció la importancia estratégica de la colina y llevó a los 1350 hombres de su brigada a "redoble" hacía Little Round Top. Vincent situó los cuatro regimientos de su brigada- el 20º de Maine, el 83ª de Pennsylvania, el 44ª de Nueva York y el 16ª de Michigan- a lo largo de las laderas meridional y occidental que encaraban frontalmente a los Rebeldes. Sus últimas palabras a los 389 hombres del 20º de Maine fueron: "Esta es la izquierda de la línea de la Unión. ¿Lo entienden?. ! Tienen que mantener este terreno a toda costa ¡"
Avanzando contra ellos estaba el 15ª Regimiento de Alabama y siete compañías de 47º Regimiento de Alabama, bajo el mando del Coronel William C. Oates. Se le había ordenado "pasar entre los Round Tops, encontrar la izquierda de la Unión, rodearla y capturar Little Round (Top)." Sus hombres fueron atraídos hacia su derecha por el fuego de un destacamento del 2º de Tiradores U.S (Berdan`s) del Mayor Homer R. Staughton en la base de Round Top. Empujando a los tiradores, los regimientos de Alabama se movieron hacia la cima de Round Top.
Haciendo una pausa para descansar, Oates alineo a sus hombres y los envió rompiendo la ladera norte de Little Round Top por la garganta entre las colinas. De repente, lo que fue descrito como una "gran fuerza" de enemigos arrojó "el más destructivo fuego" hacia sus hombres desde la ladera de Little Round Top- era el 20º Regimiento de Maine de Chamberlain.
Oates tenía la ventaja en números, 654 fusileros contra 358 de Maine. Él describió al 15º de Alabama como el "mejor y más fuerte regimiento de la división de Hood". Sus hombres estaban endurecidos en la batalla y muy confiados, se vanagloriaban de que "nunca se habían batido en retirada". Cuando atacaron se batieron con fuerza, "con una impetuosidad que revelaba la anticipación de un fácil triunfo". Sin embargo, debían haber estado cansados, habiendo marchado 28 millas (42 Kms) en la últimas 24 horas para llegar al campo de batalla. Oates no era un soldado profesional, convirtiéndose en coronel del 15º de Alabama en Mayo de 1863, pero era conocido como un líder feroz y agresivo.
Los hombres del 20º de Maine, en contraste con los de Alabama, no eran tropas veteranas, habiendo tenido una pequeña experiencia en el campo de batalla. Estos hombres también estaban cansados; habían marchado durante 107 millas (154 Kms) en los últimos cinco días, incluyendo 26 millas (39 Kms) el día anterior, para llegar al campo de batalla. Su coronel había sido profesor de religión y lenguas romances en el Bowdoin College. Sin embargo, Joshua Lawrence Chamberlain compenso la ventaja de Oates con una fuerte posición, un mejor manejo de sus hombres, y una determinación de hierro. Chamberlain informó que cada hombre que pudiera llevar un rifle, incluyendo "cada gastador y músico", estaban colocados en la línea. Dos soldados del 2º Regimiento de Maine estando vigilados por el 20º Regimiento de Maine mientras esperaban la corte marcial también les fueron dados rifles y uniéndose de buena gana a la línea de batalla.
Chamberlain envió a la Compañía B, mandada por el Capitán Walter G. Morril, a la izquierda como escaramuceadores para proteger su flanco. Detenidos por el avance de los Rebeldes, los hombres de Morril se ocultaron tras un muro de piedra. Allí se les unieron 14 Tiradores Berdan, que previamente habían sido expulsados del frente de Round Top. Posteriormente este acontecimiento tuvo importantes consecuencias.
Las tropas de Alabama atacaron a las 6 p.m., y la lucha inmediatamente se volvió intensa. Más tarde Oates describió la lucha: "Ordené a mi regimiento arrojar a los Federales del borde de rocas, ganar la retaguardia enemiga, y echarlos de la colina. Mis hombres obedecieron y avanzaron hasta la mitad del camino de la posición enemiga, pero el fuego era tan destructivo que mi línea se agitó como un hombre intentado andar contra un fuerte viento, y entonces lentamente, tenazmente, retrocedieron un poco".
Oates ordenó otro avance: "Expulsamos a los Federales de su fuerte posición defensiva; cinco veces se recobraron y nos cargaron, dos veces llegaron tan cerca que algunos de mis hombres tuvieron que usar sus bayonetas." Otra carga más de las tropas de Alabama y el "20º de Maine fue expulsado del borde pero no más allá del siguiente borde de la falda de la montaña."
La lucha era ahora cuerpo a cuerpo, tan cerca que - por una vez - las supuestas bayonetas realmente se convirtieron en un arma más que en una mera amenaza. Un soldado raso del 20º de Maine, envalentonado o enloquecido por la lucha, intentó arrebatar los colores al abanderado del 15º de Alabama, John G. Archibald. Como el Yankee hizo una repentina acometida por la bandera, el Sargento Pat O`Connor avanzó serenamente y clavó la bayoneta en la cabeza del Federal.
El ruido de la batalla, tan fuerte como se pueda imaginar, era ensordecedor. El Capitán James H. Allison, al mando de la Compañía C, ahuecó su mano en su oreja mientras Oates gritaba una orden. Entonces, en el proceso de ejecutar la maniobra ordenada, Allison de repente cayó con una bala atravesada en la cabeza. Se giró sobre su espalda, levantó sus brazos, tembló y murió. El resto de la compañía, horripilada por la visión, perdió un momento y se amontonó alrededor de su líder caído hasta que Oates consiguió que empezaran a avanzar de nuevo.
Otro comandante de compañía, el Capitán Henry C. Brainard de la Compañía G, cayó entre el pedregoso borde de Little Round Top. Sus últimas palabras fueron, "¡O Dios, que pueda ver a mi madre!"
Incluso más doloroso para Oates, a nivel personal, fue la pérdida de su joven hermano John, que ahora sucedió en el mando a Brainard. El joven Oates había estado enfermo ese día y solo había alcanzado el campo de batalla después de que su hermano encontrara un caballo para que él lo montara. Entonces el Coronel Oates se acerco a su lugar de reposo en el campo y le sugirió que podría, con honor, permanecer tras la líneas. "Hermano, yo no lo haré," dijo John Oates. "si me quedase la gente diría que lo hice por cobardía; no, señor, soy un oficial y nunca deshonraré el uniforme que visto; recorreré todo el camino, a menos, que me maten, lo cual es muy probable." John Oates cayó muerto, abatido por muchas balas, momentos más tarde.
Theodore Gerrish del 20º de Maine describió la batalla desde su lado: "Diez minutos habían pasado desde que habíamos formado la línea...pero no teníamos indicios del enemigo: ¡Pero Mirad!¡Mirad!¡Mirad! exclamó la mitad de los cien hombres de nuestro regimiento al mismo tiempo; y no es de extrañar, por la derecha de nuestro frente vimos las líneas del enemigo. El choque se inició...la carnicería empezó. Nuestro regimiento fue cubierto por humo y fuego."
Desearía poder pintar con mi pluma los tremendos detalles de esa hora - como rápidamente los cartuchos eran arrancados de las cajas y derramados en las humeantes bocas de las armas; como las baquetas de acero chocaban y sonaban en los ardientes cañones; como las manos y caras de los hombres se volvían lúgubres y negras con la pólvora quemada; como nuestra pequeña línea, bautizada con fuego, se tambaleaba acá y allá como si avanzara o la empujaran; como nuestros oficiales animaban valientemente a los hombres a permanecer y exponiéndose temerariamente al fuego enemigo - una terrible mescolanza de llantos, gritos, vítores, gemidos, oraciones, maldiciones, estallidos de proyectiles, zumbidos de balas de rifle y sonidos de acero.
El enemigo estaba vertiendo un terrible fuego sobre nosotros, sus fuerzas superiores les daba una gran ventaja...El aire parecía estar vivo con el plomo. Las líneas a veces estaban tan cerca unas de otras que los cañones de las armas hostiles casi se tocaban...Una vez hubo una breve calma en la carnicería, y nuestra agotada línea se cerró, pero pronto la lucha ardió de nuevo con renovada fiereza...Muchas de nuestras compañías habían sufrido terriblemente...pero no hay descanso y la carnicería continuó."
Oates decidió concentrar al 15º de Alabama a su derecha en un esfuerzo por flanquear la izquierda de la línea de la Unión. Advertido de que "algo muy extraño estaba pasando" tras los Confederados atacantes, Chamberlain trepó a una gran roca y vio a las columnas de flanqueo de Oates moviéndose para atacar el flanco izquierdo. El 20º de Maine estaba en un gran apuro. Chamberlain tuvo que maniobrar para proteger su flanco mientras combatía con el 47º de Alabama a lo largo de todo su frente. Informó que, "Sin revelar el peligro excepto a uno o dos oficiales, tuve que mover el ala derecha al flanco izquierdo, cogiendo intervalos de un paso o dos...extendiéndola tanto como para cubrir todo el frente donde se luchaba; y al mismo tiempo moví el ala izquierda a la retaguardia izquierda, haciendo un gran ángulo en los colores que fueron llevados hasta el frente donde nuestra izquierda tenía su primer apoyo."
La línea del 20º de Maine se asemejaba ahora a un "V" compuesta por un único escalón de hombres. "Nunca fuimos tan rápidos" informó Chamberlain, el 15º de Alabama que asaltaba de nuevo lo que esperaba que fuese un flanco izquierdo desprotegido, llegando a diez pasos antes de ser detenidos por la repentina mortal descarga de la nueva ala izquierda del 20º de Maine. "Desde ese momento comenzó un feroz y sangriento combate más allá del que haya visto nunca y el cual duró con toda su furia toda una hora", informó Chamberlain. Cada bando lucho como hombres enloquecidos. En la historia del 20º regimiento de Maine simplemente se declara que, "Nadie pudo describir esta parte del combate con coherencia". Chamberlain recordó que "el eje del conflicto se balanceó adelante y atrás, con salvajes molinos y remolinos. A veces vi alrededor a más enemigos que a mis propios hombres."
Los Confederados de algún modo rompieron a través de la línea de la Unión en muchos lugares; hubo un combate cuerpo a cuerpo. De alguna manera la línea del 20º de Maine se sostuvo, pero su ala izquierda había sido forzada a retroceder tanto que ahora la línea se asemejaba a una horquilla del pelo y el fuego proveniente de la izquierda aterrizaba en la retaguardia del ala derecha. Eran ya la 7 p.m. pasadas y el 20º de Maine estaba con una mala formación.
El regimiento había disparado 15.000 balas, y las 60 balas asignada por hombre estaban casi agotadas. Trescientos treinta y ocho hombres habían ido al campo de batalla y solamente 228 quedaban operativos. El enemigo parecía congregarse para otra carga, que ciertamente sobrepasaría al ala izquierda del 20º de Maine. El soldado Gerrish recordó: "A nuestra línea la habían empujado tanto que nuestros muertos estaban en la líneas enemigas. Nuestra munición estaba a punto de acabarse, y estabamos usando los cartuchos de las cajas de nuestros camaradas heridos. Un momento crítico había llegado, y no podíamos permanecer así por más tiempo; debíamos avanzar o retroceder".
Para Chamberlain solo quedaba una cosa - un contraataque. Dio la orden, "!calen bayonetas¡"Gerrish lo describió de este modo: "Todo hombre comprendió en un momento que el movimiento era nuestra única salvación, pero hay un límite para la resistencia humana...y la pequeña línea parecía acobardada bajo el feroz fuego que estaba siendo vertido sobre ella. En ese momento de suprema necesidad...el Teniente Holman S. Melcher con un vítore y un destello de su espada, completó diez pasos al frente, saltó - diez pasos - más de la mitad de la distancia entre las líneas hostiles. ¡Adelante! ¡Adelante! ¡Adelante, chicos! gritó. El sargento abanderado y el valiente guardia abanderado le siguieron, y con un salvaje alarido de angustia sacado de su torturado corazón, el regimiento cargó".
En una maniobra brillantemente ejecutada, los hombres de Chamberlain cargaron hacia delante y a través de la colina desde el ala izquierda de su línea mientras que los de la derecha se balanceaban con ellos en una extensión del movimiento de "avance de la rueda derecha". Chamberlain describió la carga como teniendo el efecto de "una segadora derribando al desconcertado enemigo". Aturdidos, las tropas Confederadas de los escalones del frente arrojaron sus rifles y se rindieron. El resto se rompió y se retiró a un muro de piedra en su retaguardia.
"De repente", dijo Chamberlain, "para nuestra mutua sorpresa, dos filas de cañones de rifles brillaron sobre las piedras, y una descarga asesina fue vertida sobre ellos a corta distancia". La perdida Compañía B del Capitán Morril y los errantes tiradores de Staughton salieron de su escondite, y con un grito cargaron también contra el flanco Confederado, produciendo tal conmoción que los Rebeldes pensaron que eran todo un regimiento. Oates describió la situación: "Mi situación rápidamente se volvió insostenible. Se informó que la infantería Federal bajaba por mi derecha y ciertamente estaban cerca de mi retaguardia". Ordenó a sus oficiales "regresar a sus compañías; los agotaremos tanto como nos sea posible".
Lo que quedaba de los Regimiento 15º y 47º de Alabama huyeron de Round Top. Oates se desplomó mientras escalaba la colina y pudo haber sido capturado de no ser por dos de sus hombres que lo llevaron a un lugar seguro. Describió la retirada simple y honestamente, diciendo, "Corrimos como una manada de ganado".
Chamberlain informó de la captura de 400 prisioneros. Además se encontraron 150 muertos y heridos Rebeldes en su frente. Estos números parecen exagerados; al menos Oates así lo pensó. Admitió que en un llamamiento después de la batalla sólo 223 de los hombres alistados y la mitad de los oficiales (19) de su regimiento respondieron. El 20º de Maine tenía solamente a 200 de sus 386 oficiales y hombres aún operativos. El asalto Confederado de la ladera sur de Little Round Top había sido rechazado.
Sin embargo, la batalla no iba tan bien en la derecha, donde los hombres de Law fueron empujados de la ladera oeste de Little Round Top. El 44º de Nueva York y el 83º de Pennsylvania en el centro permanecieron firmes contra los repetidos ataques, pero en la derecha, parte del 16º de Michigan retrocedió. Cuando Vincent vio signos de vacilación en el 16º de Michigan, avanzó rápidamente y, mientras animaba a sus hombres, cayó, mortalmente herido. Murió cinco días más tarde.
Parecía que los Confederados podrían vencer a pesar de la heroica defensa del 20º de Maine. Warren, en la cima de Little Round Top, recibió una llamada de auxilio inmediato. Buscó refuerzos y encontró al Coronel Patrick H. O`Rorke y al 140º Regimiento de Nueva York en su retaguardia. Estos 526 hombres, vestidos con el nuevo uniforme de los Zuavos, subieron la colina. Sin tiempo para alinearse en escalones, O`Rorke gritó, "¡Bajad este camino, chicos!" y los dirigió bajando la ladera occidental. Sus hombres arrojaron a las tropas Confederadas, pero O`Rorke cayó con la primera descarga, fatalmente alcanzado en la rodilla por una bala Minie.
Por el momento los Confederados podían reagruparse, más refuerzo de la Unión se habían colocado en posición. Esto desanimó posteriores intentos de los Sureños de tomar Little Round Top. La oportunidad de oro de rodear la izquierda de la Unión se fue. Little Round Top había sido salvada por la Unión, y salvando Little Round Top, sus valientes defensores habían salvado la izquierda de la línea de la Unión, la batalla de Gettysburg, y quizás toda la Unión.
Oates dijo más tarde, "El General Lee nunca tuvo la victoria tan cerca como ese día en Little Round Top" Y añadió que: "No hubo mejor regimiento en el ejército Confederado que el 15º de Alabama, y si falló en alcanzar cualquier punto, ningún otro regimiento necesitaba intentarlo. Lucho dura y persistentemente. Los otros regimientos de la brigada hicieron su servicio en Gettysburg, pero el 15º se batió como nadie. Nunca hubo combatientes más duros que los del 20º de Maine y su galante Coronel. Su habilidad y persistencia y el gran valor de sus hombres salvaron Little Round Top, y al Ejército del Potomac, de una derrota. A veces grandes sucesos cambian por hechos comparativamente pequeños".
Quizás por lo demostrado en Gettysburg, Oates nunca fue confirmado oficialmente coronel por el Congreso Confederado. En vez de eso, su mando recayó en otro oficial del regimiento, el Mayor Alexander A. Lowther, que se las arregló para recibir su nombramiento antes que Oates. Rebajado a Mayor, Oates fu transferido al 48º Regimiento de Georgia, y mientras lo mandaba fue herido de bala en el brazo derecho en Junio de 1864 durante la Campaña de Wilderness. El miembro fue amputado y consecuentemente Oates dejó el servicio. Después de la guerra sirvió durante siete mandatos como congresista por Alabama y un mandato como gobernador. Su último servicio, muy poco probable, fue el de general de brigada durante la guerra Hispano-Americana.
Respecto a Chamberlain, el profesor de facultad - convertido - en guerrero sobrevivió a dos heridas en Little Round Top y a una herida más grave 11 meses después en Petersburg, donde el general Ulises S. Grant, pensando que Chamberlain iba a morir, lo promovió a general de brigada en el campo. Chamberlain sobrevivió a la herida, y tuvo el honor de recibir la rendición formal del ejército de Robert E. Lee en el Juzgado de Appomattox en Abril de 1865.
Como Oates, su joven oponente ese memorable día, Chamberlain entró en la política después de la guerra, sirviendo cuatro mandatos como gobernador de Maine antes de regresar al Bowdoin College como su presidente. En un sentido, Chamberlain había completado un círculo. Un agradecido Congreso le otorgó la Medalla de Honor en 1893, exactamente 30 años después de su rápida y gallarda acción de salvar Little Round Top - y la Unión
EXTRACTO DEL LIBRO "The Growth of the USA" DE NYE AND MORPURGO
"Llegó el mediodía. La división de Pickett organizó sus filas, con
las bayonetas listas, provocando la admiración del Coronel
Freemantle, el observador inglés. Tonante, la artillería comenzó a
golpear el centro de la Unión. La artillería federal debilitó sus
descargas, y luego se detuvo... para enfriar los cañones, aunque Lee
pensó otra cosa. Entonces, a una orden de Lee, la división de Pickett
dejó atrás los bosques y se lanzó como un estallido sobre el terreno
ondulante, ordenadas las líneas, flameantes las banderas, la flor y
nata del Ejército de Virginia del Norte.
[...]
En su pensamiento, Meade se había adelantado a Lee. Adivinando que
su ataque caería sobre el centro, lo había reforzado con tropas
frescas, concentraciones de artillería apoyadas por caballería en
caso de una ruptura del frente El Segundo Cuerpo, dirigido por Hancock,
estaba apostado tras un muro bajo de piedras, era lo mejor del ejército
de la Unión, y la carga de Pickett se dirigió rectamente hacia ellos.
La artillería de la Unión volvió a abrir fuego en ese momento, produciendo
grandes blancos en la línea que estaba avanzando, pero los hombres de
Pickett siguieron adelante mientras los artilleros de la Unión refrenaban
sus cañones junto a la infantería, pasaban a la metralla, y luego a la
munición liviana a quemarropa. Los confederados llegaron al muro y
lo superaron, metiéndose entre los cañones, y por un instante perforaron
la línea de la Unión.
Entonces fue que Hancock, herido en el suelo, vio dos regimientos de
Maine y Pennsylvania avanzaban, bayonetas caladas, para tapar el
agujero. Allí terminó todo."
FUENTES:
http://www.emule.us/ (Olaia)
http://www.temakel.com
http://historia.mforos.com
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