domingo, 25 de octubre de 2009

NASHVILLE - LA CAPITAL DE LA MUSICA COUNTRY




Nashville es una pequeña ciudad que parece mas un pueblo grande. Está situada a lo largo de los bancos del Río Cumberland en el centro del estado de Tennessee. Se le conoce comunmente como "Music City USA" (La Ciudad de la Música de los EEUU) y como la capital de la Música Country Western.
Con más de medio millón de habitantes, Nashville es conocida principalmente por dos cosas: su arquitectura neoclásica tiene una réplica del Partenón y se la denomina la Atenas del Sur y su condición de cuna de la música country. Allí se establecieron estudios de grabación y discográficas de este y otros géneros hermanos a partir de los años veinte. Las estrellas más rutilantes de la música popular del siglo XX han pasado por la ciudad en algún momento de sus carreras. Bob Dylan grabó allí Blonde on blonde (1966) y sus dos discos country de los sesenta, John Wesley Harding (1967) y Nashville skyline (1969).












Neil Young grabó en el legendario Ryman Auditorium el documental Heart of Gold, dirigido por Jonathan Demme. Y así se podría seguir... "Los primeros días te sale la música por las orejas. En la calle principal, Broadway, que tiene tres carriles por sentido, hay unos 20 ó 25 clubes con música en directo desde la una de la tarde hasta la una de la madrugada.

El histórico Studio B de la RCA, en la ciudad de Nashville, capital del Estado de Tennessee, donde grabaron titanes de la música popular como Elvis Presley, Chet Atkins, Eddy Arnold o los Everly Brothers, es hoy en día una popular atracción cultural.

En el año 2002, la Fundación Filantrópica de la familia de Mike Curb compró y arrendó a perpetuidad, sin fines de lucro, los estudios de la RCA, al Salón de la Fama de la Música Country y Museo, que hoy te invitamos a conocer.

Creado en el año 1957 por Dan Maddox, el RCA Studio B comenzó a ser conocido como la cuna del “sonido Nashville”, en la década del 60 del siglo pasado, un estilo que se caracterizaba por coros y cuerdas, reviviendo la música popular y convirtiendo a los estudios en un centro internacional de grabación.

Studio B aplicó innovadoras técnicas de grabación y registro, inclusive desarrollando un método propio de notación musical, que abreviaba la estructura de acordes de las canciones facilitando la creación de piezas individuales.

El Salón de la Fama de la Música Country de Nashville se creó en 1977, y en 1992 Dan y Margaret Maddox donaron el Studio B para la creación del Museo.

Actualmente, el Salón de la Fama de la Música Country y el Museo son arrendados a la Fundación de la Familia Curb por una suma simbólica, y el complejo es administrado y operado por la Universidad Belmont de Nashville. Esto ha dado nueva vida al Estudio, pues se ha transformado en un laboratorio de aprendizaje para los estudiantes de la Escuela de Música de la Universidad, al que también asisten estudiantes de la escuela secundaria y es un verdadero atractivo cultural que perfila a Nashville como la ciudad de la música, ya que este complejo se ha transformado en el museo más grande del mundo dedicado a la música popular.

En 1974, se inauguró en Nashville el nuevo Opry , un gigantesco teatro de 4.400 localidades equipado con tecnología del más alto nivel, con iluminación y capacidad de estudio de televisión, enteramente dedicado a la música country. El nuevo Opry se instaló en Opryland, un impresionante complejo de entretenimientos en las afueras de Nashville, que incluye el histórico auditorio Ryman, el salón de entretenimientos Salón Wildhorse, el barco del General Jackson que ofrece cenas y espectáculo, y el Centro de Convenciones y Resort Gaylord Opryland con sus nueve acres de preciosos jardines.











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sábado, 17 de octubre de 2009

CIA (Agencia Central de Inteligencia )- AL SERVICIO DE LOS EE.UU













El 26 de julio de 1947 Harry S. Truman, presidente de los Estados Unidos, firmó el Acta de Seguridad Nacional que dio vida a la Agencia Central de Inteligencia (CIA). La Agencia Central de Inteligencia o Central Intelligence Agency (CIA), heredera de la Oficina de Servicios Estratégicos. OSS (Office of Strategic Services), comenzó a ser organizada por orden del presidente Franklin D. Roosevelt, para combatir a Italia, Alemania y Japón, durante la Segunda Guerra Mundial, pero recién inició sus funciones en el año 1947, mediante la Ley de Seguridad Nacional número 153 del Congreso y con el advenimiento de la “Guerra Fría”.














La CIA es, junto con la Agencia de Seguridad Nacional, la agencia gubernamental de los Estados Unidos encargada de la recopilación, análisis y uso de inteligencia con unos 16 mil empleados y sede central ubicada en un complejo de 104 hectáreas cerca del río Potomac en Langley, Virginia, tuvo la tarea de acopiar y analizar información referente a los enemigos exteriores de Estados Unidos (EE.UU.) y de esa manera permitir al presidente, el Pentágono y el Congreso, abordar amenazas presentes y potenciales.

La CIA es una agencia independiente y los gastos de su mantenimiento son aprobados por el Congreso de Estados Unidos.

La Misión de esta agencia es ayudar al Presidente, al Consejo de Seguridad Nacional y a todos los oficiales encargados de hacer y ejecutar la política de seguridad estadounidense.

La CIA es además responsable de las actividades de contraespionaje. Su misión consiste en impedir que agentes extranjeros se infiltren en organismos vitales para los Estados Unidos. En el ámbito nacional este trabajo se coordina en conjunción con el FBI (Oficina Federal de Investigación).

Para llevar a cabo su misión, la CIA se vale de la investigación, el desarrollo y el empleo de tecnología de alto nivel para propósitos de inteligencia. Como agencia independiente, la CIA analiza varios puntos y trabaja estrechamente con las otras organizaciones integrantes de la Comunidad de Inteligencia.

La CIA encara los siguientes retos:

- La creación de centros especiales y multidisciplinarios para combatir el crimen internacional organizado, el narcotráfico, el tráfico de armas, el terrorismo y la contaminación del ambiente, entre otros temas.

- Estrechar lazos entre las diversas disciplinas de inteligencia.

- Tomar parte activa en la Comunidad de Inteligencia y en el análisis de todos los puntos que amenazan la seguridad nacional estadounidense.

- Contribuir a la efectividad de todas las actividades de la Comunidad de Inteligencia, participando en alianzas estratégicas con otras agencias en las áreas de investigación, desarrollo y técnica.






Antecedentes de la CIA

La Office of Strategic Services (OSS)) y la Oficina de Inteligencia Naval (ONI), una madre y la otra hermana de la CIA, establecen relaciones con los dirigentes de la Mafia italiana, iniciando una labor de reclutamiento en los bajos fondos de Nueva York y Chicago para que sus miembros, entre los que se cuentan Lucky Luciano, Meyer Lansky, Joe Adonis, Sam Giancana, Santo Trafficante y Frank Costello, ayuden a estas agencias a contactar con los capos de la Mafia siciliana, exiliados por culpa de Benito Mussolini.

Encarcelado en Nueva York, Luciano es indultado por los servicios prestados durante la guerra y es deportado a Italia, donde comienza a construir un imperio basado en la heroína; en un principio mediante la diversión de suministros procedentes del mercado legal, y más tarde, creando una serie de conexiones con traficantes libaneses y turcos para que le proporcionen morfina base para sus laboratorios sicilianos.

Al tiempo, la OSS y la ONI colaboran estrechamente con el hampa china, que domina la producción de grandes cantidades de opio, morfina y heroína, ayudando a la creación del tercer punto en el comercio de la heroína en la posguerra: el Triángulo Dorado, una región formada por las zonas fronterizas de Tailandia, Birmania, Laos y la provincia china de Yunan. La heroína que la OSS trafica crecía allá, y era refinada en Shanghái.



Época de mayor auge

Durante la mayor parte de su existencia, la agencia estuvo abocada a la Guerra Fría, en la cual sus mayores contrincantes fueron la KGB soviética y la Stasi de Alemania Oriental. Llegando a contar con un gran entramado de agentes, ser reconocida como la mejor pagadora y disponer de grandes incineradoras capaces de quemar toneladas de papel al día con información innecesaria.

Sin embargo, no todas sus acciones fueron de espionaje. La agencia estuvo detrás de múltiples tareas de entrenamiento de insurgentes y desestabilización de gobiernos contrarios a las políticas de la Casa Blanca. Entre los fiascos se cuentan la invasión de Bahía de Cochinos, los éxitos mayores no los sabemos, porque la operación más exitosa es aquella que cumple sus objetivos sin que la agencia haya sido identificada como la autora. Sin embargo, sí se afirma desde "La Compañía", como la suelen llamar sus agentes, el haber aportado información estratégica de gran utilidad durante la Guerra Fría como las advertencias de que la Guerra de Vietnam no podía ser ganada sólo con la potencia de fuego o, también, la cuantificación del potencial nuclear real soviético.


En declive

Con la caída del muro de Berlín y el fin de la Unión Soviética, la agencia perdió gran parte de su razón de ser, el número de agentes se vio reducido drásticamente. Durante la década de los noventa cometió varios errores graves, como la utilización de mapas anticuados de Belgrado que llevaron al bombardeo de la Embajada China considerándola un centro gubernamental.

Pese a seguir afirmando que el reclutamiento de agentes no es un tema prioritario La Compañía abrió durante los años 90 una oficina de colaboración con la industria cinematográfica, según cuenta David L. Robb en su libro Operación Hollywood, para cambiar la negativa imagen que se daba de la Agencia y la actuación de sus agentes y, al mismo tiempo, conseguir más candidatos, a cambio la organización ofrecía sus instalaciones para filmar, personal como extras del reparto, banderas y sellos oficiales. De esta forma películas como Juego de patriotas con Harrison Ford muestran localizaciones reales de la Agencia.

Tras los atentados del 11 de septiembre de 2001, la agencia reenfocó sus esfuerzos hacia la lucha contra el terrorismo internacional. En el 2004, su supuesta connivencia al entregar "inteligencia" dudosa sobre armas de destrucción masiva en Iraq para justificar una decisión política aún está siendo juzgada, y su éxito en la lucha contra el terrorismo está en entredicho.

A mediados de la década del 2000 sus propios agentes confirmaban, según el New York Times, que les resultaba casi imposible aportar información estratégica y eran consultados mayoritariamente para cuestiones tácticas (como la resistencia de determinado puente o el estado de tal o cual carretera); lo cual ponía en duda la propia razón de ser del organismo.


Hasta 2004 el director de la CIA asumía la coordinación de la ‘comunidad de inteligencia’ del país, recabando información de otras instancias, analizándola y proporcionando informes al presidente del país. Tras la aprobación, ese año, del Acta de Reforma de la Inteligencia Nacional, se creó el puesto de director nacional de inteligencia, con responsabilidad sobre quince agencias, incluida la propia CIA. El cambio surgió a raíz de la investigación sobre los atentados del 11 de septiembre en Nueva York y los fallos de coordinación detectados entre esta organización y el FBI. El presidente, con la aprobación del Senado, es quien nombra al director y al vicedirector de la Agencia.





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lunes, 12 de octubre de 2009

APRENDER DE LA VIDA AMERICANA











Mientras esperaba en el populoso aeropuerto de Chicago el avión de Iberia que me traería a España, pude tomar una cerveza Samuel Adams en un bar auténticamente americano con veinticuatro televisiones encendidas a la vez, de las que afortunadamente sólo una de deporte tenía sonido. Yo era el único que prestaba atención al canal de la CNN y ahí pude leer la opinión del influyente senador demócrata Joseph Lieberman acerca de la guerra de Irak: "Cada vez que estoy con algún pariente de los soldados norteamericanos que han muerto en Irak me piden que haga todo lo que pueda para que su muerte no haya sido en vano". Mientras daba vueltas al peso relativo de los muertos en las acciones de guerra y los muertos en accidentes de coche —43.000 al año en los Estados Unidos y 4.500 en España—, venían a mi cabeza tres rasgos de la vida americana que reflejan una cultura muy diversa de la nuestra, pero de los que algo podemos aprender.

El primero de ellos es probablemente una de las cosas que más llaman la atención al español que visita los Estados Unidos. Se trata de la impresionante abundancia de personas obesas, de una envergadura y volumen muchas veces desconocidos en nuestro país. Hay zonas en las que el viajero se topa cada treinta o cuarenta metros con una masa descomunal de 140 ó 150 kilos de carne. El sobrepeso es verdaderamente una enfermedad nacional y, al menos por ahora, no se acierta con medios eficaces para curarla. Suelen decir que la causa de este exceso es una mala alimentación, pero en muchas ocasiones no se advierte que esa nutrición inadecuada guarda relación directa con la carencia de disciplina alimentaria, con el dejarse llevar por el capricho de la gratificación instantánea de los helados y demás chucherías y, sobre todo, por estar comiendo a todas horas.


Lo que se dice de las personas obesas puede en muchos casos aplicarse también a las organizaciones e incluso a los países. Hay empresas y corporaciones que tienen exceso de peso: han crecido desmesuradamente acumulando tanto tejido adiposo que les resulta muy difícil avanzar con agilidad, sobrevivir creativamente en un entorno competitivo. No siempre es fácil detectar esa obesidad paralizante, pues las organizaciones orondas tienden a verse a sí mismas con una extraordinaria dosis de satisfacción autocomplaciente. En este sentido, no hay una báscula para las organizaciones o los países que denuncie su exceso de peso, pero sí hay una señal de alarma: el bloqueo de la creatividad. Cuando el estilo de una organización o de un país hace imposible su regeneración desde dentro, la renovación enriquecedora, es señal evidente de anquilosamiento, de esclerosis. Cuando a mis estudiantes les pregunto cómo se imaginan gráficamente un defecto casi siempre me contestan que "estar gorda", sin caer en la cuenta de que la gordura no es un defecto, sino que, al contrario, se trata estrictamente de un exceso. Los defectos son carencias y se compensan con rellenos, implantes y cosas así, mientras que los excesos requieren cirugía o un cambio drástico de dieta o de estilo de vida.

El estilo de vida americano, pero sobre todo el tipo de comida, lleva efectivamente a la obesidad. Es de temer que se nos contagie también a nosotros por la impresionante influencia que tiene en nuestra sociedad los modos de vida americanos. En contraste, hay otros dos rasgos de la vida americana de los que, a mi entender, podríamos aprender mucho. En primer lugar, la amabilidad; y en segundo lugar, el espíritu de libertad.

Efectivamente, para el visitante español que sabe un poco de inglés, la extraordinaria amabilidad de la gente normal y corriente de los Estados Unidos llama la atención de inmediato, quizá porque contrasta muy llamativamente con el trato adusto que a veces nos prodigamos entre nosotros y no digamos del que a menudo aplicamos a los extranjeros, a los "guiris". Los españoles solemos descalificar esa sonrisa y amabilidad norteamericanas —"sonrisa profidén" explicamos desdeñosamente—, diciendo que les pagan para ello, que es una conducta del todo artificial y otras lindezas parecidas. Sin embargo, cuando viajo a los Estados Unidos agradezco muchísimo que me traten siempre con amabilidad, me expliquen pacientemente y con una sonrisa lo que no entiendo, aunque eso signifique también a veces hacer colas, leerse las instrucciones y cosas por el estilo. Compruebo casi siempre que se trata de personas que se empeñan mediante su sonrisa y su atención por hacer más amable la vida a los demás. Son probablemente mejores ciudadanos, más solidarios, más conscientes del valor de los frágiles lazos de la convivencia humana.












Me parece muy importante este talante amable y solidario, típico de los norteamericanos de a pie, pero todavía lo es más el profundo respeto a la libertad y al pluralismo que impregna la vida americana hasta sus más pequeños detalles. No es sólo los modos de vestir, que siempre nos desconciertan a los españoles por su notable informalidad, su formidable diversidad y la carencia total del sentido del ridículo que tanto nos afecta a nosotros, sino que, sobre todo, son las diversas formas de vida, la pluralidad étnica, la convivencia respetuosa de las religiones y de las tradiciones culturales más diferentes. En esa multiculturalidad hay algo profundamente enriquecedor, de la que podemos aprender muchísimo los españoles de los comienzos del siglo XXI cuando comenzamos a vivir en una sociedad cada vez más multicultural gracias a las sucesivas oleadas de inmigrantes.

En 1944, el famoso juez norteamericano Learned Hand decía en el Central Park de Nueva York en la celebración del día de la ciudadanía: "El espíritu de la libertad es el espíritu del que no está demasiado seguro de lo que es correcto; el espíritu de la libertad es el espíritu de quien busca comprender la mentalidad de los demás hombres y mujeres; el espíritu de la libertad es el espíritu de quien valora sin parcialidad los intereses de los demás junto con el propio interés". Es un programa difícil: se trata, por una parte, de persuadirnos cada uno de que no somos los dueños de la verdad, de que los demás pueden tener —al menos a veces— mejores razones que las nuestras, y por otra, de empeñarnos por comprenderles y, en la medida de nuestras posibilidades, por favorecer sus intereses y no sólo los propios.

Casi todos los españoles nos consideramos superiores a los norteamericanos. Quizá en el momento presente deberíamos redimensionar esa convicción y limitarla tan sólo a la superioridad de la dieta mediterránea y del aceite de oliva, que no producen obesidad ni arteriosclerosis. En cambio, podríamos empeñarnos en aprender de la cultura norteamericana tanto la amabilidad personal, que es el rostro humano de la convivencia democrática, como el espíritu de libertad, que es verdaderamente su alma, su fuerza motriz.

ARTICULO ESCRITO Y CEDIDO POR D.JAIME NUBIOLA - Doctor en filosofia y letras , licenciado y doctorado en diversas universidades.

VIDA Y COSTUMBRES EN LOS USA



Siempre he querido escribir sobre las costumbres de los ciudadanos de USA ,sobre los americanos hay falsas opiniones por lo que se ve en el cine ,ni todos son héroes , ni guapos , ni criminales , ni xenofobos etcetc hay de todo como en todos los sitios y lugares , pero como norma el americano medio es un tipo bondadoso , muy dado a al caridad , amables, simpáticos y sobre todos muy respetuosos hacia sus leyes.
Para explicar mejor como suelen ser sus costumbres hábitos y formas de vida he rescatado estas explicaciones de distintas webs y he compuesto esta vista generalizada sobre el comportamiento y costumbres de los norteamericanos.


Estados Unidos tiene una población cercana a los 260 millones de habitantes, siendo el país más poblado del continente americano y el tercero en el mundo.

Nacido de una de las más relevantes inmigraciones de la historia de la humanidad, las diferentes culturas se han adaptado, sobre todo en las principales ciudades de las costas, de forma casi fantástica. Desde las primeras inmigraciones, como si de un gran campo de concentración se tratara, Estados Unidos fue acogiendo sin reparo, a todos los que llegan con intención de quedarse. Son ellos, los extranjeros, los que han ido construyendo el gran país, la primera potencia del mundo, una fruta que a veces se antoja apetitosa y otras, de un sabor desagradable.



Esta amalgama de historias diversas y variadas culturas, de tiempos pasados, ha confluido en costumbres, hábitos y estilos de vida, que hoy son definidos como típicamente norteamericanos. Quizás uno de ellos, el más relevante y más distinguido, sea el pragmatismo con el que los ciudadanos de los Estados Unidos conducen su existencia. Es la cultura del pragmatismo, de las cosas fáciles, en fin, de la comodidad y el consumismo. Los norteamericanos agradecen y se esmeran por que las cosas, las situaciones y los hechos sean resueltos, conseguidos o conquistados de una manera fácil y rápida. Aquella frase de 'que el tiempo es oro', resume una actitud vital muy difícil de desentrañar. Baste un ejemplo, es probable que existan seres que realicen la mayor parte de sus actividades dentro de un automóvil. Es posible desplazarse, llamar por teléfono, ordenar en algún 'drive in' el desayuno, la comida y la cena, ver una película en un 'car-movie' o bien, retirar dinero desde la ventanilla de un banco, sin bajarse del automóvil. A los norteamericanos les gusta y les fascina la comodidad y tal vez, sin proponérselo han ido imponiendo este estilo en casi todo el mundo. No existe ya ningún país en el mundo que no haya claudicado a una concesión norteamericana.

No creas todo lo que has oído o visto en las películas sobre los americanos. Inclusive varias de las cosas pueden ser ciertas para individuos específicos pero no para grandes grupos de población . Por ejemplo: los americanos tienden a ser “ruidosos” en algunos eventos, sobre todo deportivos, pero la mayoría de la gente que conocerás serán tranquilas y educadas. Algunas personas pueden ser intolerantes y xenofóbicas, pero la mayoría son cordiales y hospitalarias. Recuerda que las películas y la televisión exageran para generar emoción e interés, y lo que se ve muchas veces distorsiona la realidad.
Los americanos tienden a ser más informales que las personas de otros países. Es común que vistan de una manera informal para ir a la escuela y saluden a su profesor por su primer nombre. Sin embargo, los buenos modales y la educación son siempre apropiados. Si eres cortes y educado, y te vistes un poco más formal que tus amigos americanos siempre serás bien recibido.

Existen también situaciones y círculos en los que la formalidad es la regla a seguir. Algunas compañías requieren que sus empleados vistan de uniforme o traje. Por ejemplo: seria inapropiado usar una camiseta y tejanos en una entrevista de trabajo.

Algunos restaurantes de prestigio o de lujo solicitan que sus clientes usen traje y corbata. Los americanos acostumbran arreglarse formalmente para ir a eventos culturales (la ópera, el teatro, el ballet) y se visten informalmente para eventos deportivos. Para bodas, funerales o cualquier otro evento de índole religioso es preciso vestir formalmente.

Olvídate de todos tus prejuicios sobre los americanos antes de llegar a los Estados Unidos. Si te confías en los estereotipos podrías pasar por una situación embarazosa u ofender a tus amistades americanas.



Aunque muchas parejas eligen vivir juntas antes del matrimonio, o ser parejas de hecho, la tasa de matrimonios es una de las más altas de las sociedades occidentales —y la tasa de divorcios es una de las más altas del mundo—. Las bodas varían en estilo según la religión, la región, el origen étnico y los recursos económicos; tanto la población religiosa como la laica puede tener autorización legal para oficiar bodas. La edad media del matrimonio es de 26 años para los hombres y 24 para las mujeres.


La familia estadounidense ha cambiado mucho en las últimas décadas. Hoy sólo un 25% de todos los hogares consta de una tradicional familia nuclear, y más de la mitad de todos los hogares no tiene hijos. Uno de cada tres hijos nace de padres que no están casados. Ha crecido además mucho el número de familias monoparentales.

Casi el 45,7% (1998) de todos los trabajadores estadounidenses son mujeres. En muchas casas donde trabajan ambos padres, se espera que los hombres compartan las obligaciones del hogar. Los hombres también tienen cada vez más importancia en la crianza de los hijos. Al trabajar ambos padres, el uso y la necesidad de instalaciones de guarderías va en aumento; y es especialmente cierto para las familias monoparentales. Entre la creciente proporción de la población que es mayor, muchos prefieren vivir en sus casas y mantener su independencia. Aquellos que no pueden cuidarse pueden vivir en residencias u otras instituciones, o con sus hijos mayores. Sin embargo, no es habitual que las familias extensas vivan juntas en los Estados Unidos. La mayoría de las familias las componen sólo los padres y los hijos, en una casa o apartamento. La familia estadounidense tiene más movilidad que la de otros países. Es habitual trasladarse de un estado a otro por razones educativas, laborales o simplemente por un cambio de clima y paisaje.


Además de la actitud pragmática de los norteamericanos, el trabajo representa para ellos una devoción. Viven consagrados a su labor y consideran ejemplar a aquel que vive prácticamente para el trabajo, que parte muy temprano de casa, que compra el desayuno en la cafetería situada en la planta baja del edificio, que come apresuradamente un sandwich a las 12.00 horas y después de finalizar la jornada, hace unas horas extras más. Es por eso que, los fines de semana, se busca cualquier entretenimiento para relajar el espíritu.

Destacar la funcionalidad de las cosas, razón por la que Estados Unidos se encuentra al frente de los países que más posibilidades ofrece a los discapacitados.



En cuanto al tema del automóvil, el hecho de que se desarrollen tantas actividades con él, se debe principalmente a que es el medio de transporte más utilizado. Los motivos atienden a razones como que el carnet de conducir se puede obtener a los 16 años, que su precio no es tan elevado como en España, además de que la mayoría de las viviendas están tan distanciadas unas de otras que se hace imprescindible el coche para algo tan simple como hacer la compra, ir al colegio, visitar a los amigos o bien, salir a divertirse por la noche. Esta dependencia ha originado una generalizada falta de interés por los paseos en la mayoría de los estadounidenses, a excepción de los habitantes de las grandes ciudades que no tienen otro remedio que caminar para llegar a sus puestos de trabajo.


Tal vez esta curiosa inamovilidad ha provocado que muchos norteamericanos padezcan obesidad y que muchas comidas se preparen de distintas formas. El leer detenidamente la etiqueta de cualquier producto alimenticio antes de comprarlo se ha convertido en una costumbre. Es posible adquirir alimentos normales, ligeros, ultraligeros, completos o bajos en colesterol.


Los estadounidenses comen mucha comida rápida como hamburguesas, pizza y pollo frito, pero su dieta incluye una variedad enorme de alimentos de todo el mundo. Los alimentos básicos comprenden patatas, pasta, pan y arroz preparado en diversas formas. En las últimas dos décadas los hábitos alimenticios han cambiado ya que la gente tiene más en cuenta su salud, pero muchos americanos continúan comiendo carne roja (vacuno en particular) además de cerdo, pollo y otras aves. Las personas que visitan los Estados Unidos por primera vez frecuentemente se asombran del tamaño de los filetes y de las porciones de comida que sirven en los restaurantes. El pescado fresco y el marisco son abundantes en las tres costas, así como cerca de los grandes ríos y lagos; se dispone todo el año de gran variedad de verdura y fruta. Un gran sistema de distribución alimenticio hace que los productos agrícolas frescos estén a disposición del consumidor en cualquier parte del país. Los estadounidenses también consumen grandes cantidades de chocolate, helados y otros dulces. Disfrutan de la variedad y su cultura se adapta fácilmente a nuevas cocinas.


La cerveza, el vino y otras bebidas alcohólicas, son corrientes en la mayoría de las zonas, pero están prohibidas a los menores de 21 años. Algunos estadounidenses se abstienen de beber alcohol por razones de salud o religiosas, por lo que hay numerosas clases de refrescos.

Los estilos y hábitos de comida varían entre la población según su procedencia, pero los estadounidenses por lo general sujetan el tenedor con la mano que emplean para escribir. El cuchillo se usa para cortar y untar, si no, se deja sobre la mesa. La comida rápida, como patatas fritas, pollo frito, hamburguesas, pizza y tacos, se comen casi siempre con las manos. Por lo general, el comportamiento en la mesa es informal, aunque tradicionalmente se considera de mala educación poner los codos sobre la mesa. Hay una diferencia significativa entre la forma de comportarse en casa o en un restaurante de comida rápida y cómo lo hacen en un restaurante formal. Puesto que ambos padres suelen trabajar fuera de casa y muchos niños están implicados en una variedad de actividades extra escolares, los estadounidenses tienen menos posibilidades de comer en familia al crecer los hijos y saber prepararse su comida sin ayuda.

Sobre el tema de las propinas ,los restaurantes no incluyen el servicio en la cuenta.Deberás dejar una propina del 15% a su camarero. Si el servicio fue especialmente lento o malo, algunas personas dejan únicamente el 10%. Por otro lado si el servicio fue particularmente bueno es apropiado dejar el 20%. Si el servicio fue tan malo que jamás regresaras a ese restaurante deja 2 centavos. Esto es un insulto deliberado porque le dices al camarero no olvidaste dejar una propina. Las propinas solo son correctas en los restaurantes con servicio de meseros. No se deja propina al cajero de un restaurante de comida rápida.

Los taxistas normalmente esperan recibir una propina por el equivalente al 15% del importe del viaje. Si el taxista fue especialmente cordial o servicial deje el 20%.

Los botones en los hoteles normalmente esperan una propina de U$1.00 por ayudarlo con sus maletas. Si pides servicio al cuarto la propina estará incluida en la cuenta. En el caso de los guardarropas en los restaurantes o centros nocturnos, el encargado esperara de ti U$1.00. Los peluqueros o estilistas normalmente reciben el 15% de propina sobre el total de la cuenta.

Las regulaciones federales en los Estados Unidos prohíben a los carteros u otras personas encargadas de la entrega de correo recibir dinero o regalos de sus clientes con un valor mayor a U$20.00.

Si tienes alguna duda, pregunta si es correcto dejar propina o si está incluida en la cuenta.

El soborno no es considerado correcto y en la mayoría de los casos es ilegal. Tratar de sobornar a un policía seguramente hará que te arresten.


Otra de las características más llamativas de la sociedad norteamericana es el alto grado de limpieza (a excepción de algunas zonas de las principales urbes) y el estricto cumplimiento de las normas. Así, por ejemplo, fumar está prohibido en casi todos los sitios y si usted intenta encender un cigarrillo en un centro comercial, sentirá en sus espaldas la mirada de desaprobación de cuantos le rodean.

La práctica de fumar se ha vuelto inapropiada en los Estados Unidos, en parte por los riesgos que implica para la salud. Fumar esta prohibido en todos los edificios
públicos y de gobierno. Muchos negocios, especialmente los restaurantes, no permiten fumar en sus instalaciones. Aquellos restaurantes en los que se permite fumar generalmente tienen una zona asignada para fumadores. Muchas escuelas y universidades prohíben fumar dentro del campus o cerca de las entradas.

Ningún producto tabacalero es vendido a nadie menor de 18 años, y leyes federales exigen que los expendedores pidan una identificación a cualquier persona de menos de 21 años de edad.

Si eres un invitado en casa de alguien, debes preguntarle si no le molesta a nadie antes de encender un cigarrillo. Si no ves ceniceros en la casa es muy probable que no sea apropiado fumar.

Fumar en vuelos dentro de los Estados Unidos esta prohibido. Existen penas muy severas para cualquiera que sea encontrado fumando dentro de la cabina o en el baño de los aviones. También esta prohibido fumar en trenes y autobuses inter-estatales.

Fumar esta prohibido en cualquier medio de transporte publico.

Fumar cerca de un niño es inapropiado. Comprar o dar cigarros a un niño es ilegal.

Es de muy mala educación echar el humo en la cara de alguien.

Si estas fumando y alguien tose, probablemente se trata de una manera discreta y educada de pedirte que apagues tu cigarrillo.




Por lo general, tanto hombres como mujeres sonríen y se dan la mano al saludarse. Los amigos íntimos y los miembros de la familia pueden abrazarse cuando se encuentran, en especial después de una larga ausencia. En situaciones fortuitas, se hacen señales con la mano en vez de estrecharla. Los estadounidenses pueden saludar a los desconocidos por la calle mediante Hello (Hola) o Good morning (Buenos días) aunque pueden no saludar. Entre la gente joven son comunes los saludos verbales o darse palmadas, como high five (choca esos cinco). Salvo en situaciones formales, las personas se llaman mediante sus apodos una vez que se conocen y a menudo lo hacen así desde el primer encuentro. Al combinar un título (como Mrs., Dr., o Ms.) con un apellido se muestra respeto. Cuando alguien se saluda por primera vez, los estadounidenses normalmente dicen, 'Pleased to meet you' (Encantado de conocerle) o How do you do? (¿Cómo estás?). Un simple Hello o Hi también es frecuente. Hay variantes regionales como Aloha en Hawai o Howdy en partes del oeste. Los amigos a menudo se saludan entre sí mediante How are you? a lo que responden Fine, thanks (Bien, gracias). Los estadounidenses por lo general no esperan una respuesta a menos que haya una relación más estrecha.

Los estadounidenses no se acercan mucho al hablar, manteniendo distancia; sin embargo, pueden tocarse de forma espontánea en el brazo o en el hombro durante la conversación. Es habitual que las parejas se cojan de la mano y muestren su afecto en público. Cuando están sentados, tanto hombres como mujeres suelen estar en una actitud informal cuando las circunstancias lo permiten, de forma que ellos pueden poner los pies encima de la silla o colocar el tobillo de una pierna en la rodilla de la otra. Sin embargo, en situaciones más formales a menudo se considera inadecuado andar con los hombros caídos y arrastrar los pies o tener un comportamiento demasiado informal.

Visitar a los amigos, a la familia y a los conocidos juega una gran papel en la vida social de los Estados Unidos, por lo que la gente viaja a través de grandes distancias en coche, autobús, tren o avión para hacerlo. Se espera puntualidad en las citas o en las invitaciones. No obstante, si un invitado llega tarde, los estadounidenses rara vez se ofenden si lo ha avisado antes. En general, se pone énfasis en la informalidad en las visitas. Se desea que los invitados estén cómodos, se sienten donde les plazca y que lo pasen bien. No se considera ofensivo si el invitado no toma refrescos. Hacer visitas no supone llevar regalos, pero muchos llevan flores o vino cuando se les invita a comer. Los amigos íntimos pueden ofrecer, o se les puede pedir, que traigan algo para que se sirva en la comida.
Entretenimiento



El baloncesto, el fútbol americano, el béisbol y el hockey sobre hielo son los deportes que tienen más seguidores y que más se practican, pero los estadounidenses disfrutan de numerosas actividades, como el fútbol, el ciclismo, el racquetball (híbrido de squash y balonmano), el tenis, la natación, el golf, los bolos, las artes marciales, pasear, correr y practicar aerobic. Las escuelas, ciudades y otras organizaciones patrocinan equipos deportivos para los jóvenes. Los deportes profesionales son una parte importante de su cultura.

Las formas de ocio varían de una región a otra, de las ciudades a las zonas rurales y de la costa al interior. En general la mayoría de los estadounidenses pasan una gran parte de su tiempo libre reunidos o viendo la televisión. Otras actividades son ir al cine, asistir a conciertos y viajar. Muchos americanos disfrutan siendo voluntarios de una amplia variedad de causas, desde formar fundaciones para ayudar a los necesitados hasta ser tutores de estudiantes o llevar grupos de exploradores o deportivos. Hasta los habitantes de las ciudades disfrutan pasando el tiempo en actividades al aire libre —camping, senderismo o caza—.
Fiestas

Las fiestas nacionales de enero son el día de Año Nuevo (1 de enero) y el nacimiento de Martin Luther King. Esta fiesta, que se celebra el tercer lunes de enero, honra al líder de los derechos civiles, asesinado en 1968. Debido a que el nacimiento de Abraham Lincoln es el 12 de febrero y el de George Washington el 22 del mismo mes, los estadounidenses honran a estos dos presidentes, y a los demás, en el Día del Presidente, que tiene lugar el tercer lunes de febrero.



Muchos cristianos celebran la Semana Santa (en marzo o abril) asistiendo a las celebraciones litúrgicas y reuniéndose con la familia y los amigos. Los chicos a menudo buscan huevos de Pascua, que están pintados y escondidos, y otros regalos. El Memorial Day que se guarda el último lunes de mayo, recuerda a los estadounidenses muertos en la guerra. Las celebraciones del 4 de julio se caracterizan por sus fuegos artificiales, meriendas y parrilladas al aire libre. En esta fiesta, también conocida como Día de la Independencia, se celebra la firma de la Declaración de Independencia frente a Gran Bretaña en 1776.

El primer lunes de septiembre muchos americanos se toman el día libre para celebrar el Día del Trabajo. Los sindicatos iniciaron esta fiesta para conmemorar la mejora de las condiciones laborales y la reducción de la jornada laboral. El 12 de octubre de 1492 Cristóbal Colón navegó hacia al oeste desde Europa a la búsqueda de una ruta más corta hacia Asia. Recaló en Bahamas y supuso el inicio de la colonización europea de América. El llamado allí Día de Colón se festeja el segundo lunes de octubre, aunque en los últimos años los indígenas y otros grupos han protestado por su celebración. En el Día de los Veteranos (11 de noviembre) se rinde honores a aquellos que dieron su vida por el país durante la I y la II Guerra Mundial. El cuarto jueves de noviembre los americanos celebran el Día de Acción de Gracias. El origen de esta fiesta se relaciona con los peregrinos o Pilgrim Fathers que se instalaron en Nueva Inglaterra a comienzos del siglo XVII y compartieron una fiesta con los indígenas de la tribu wampanoag. Este día la familia y los amigos celebran el Día de Acción de Gracias compartiendo una cena especial que a menudo incluye pavo y otros platos.

La época navideña empieza a menudo el día siguiente al de Acción de Gracias. Mucha gente se toma este día libre para empezar sus compras de Navidad. Durante el mes de diciembre los cristianos decoran tradicionalmente sus casas con un árbol de Navidad, luces de colores y guirnaldas, envían tarjetas de felicitación a sus amigos y familiares, escuchan villancicos y compran regalos. En Nochebuena (24 de diciembre) los niños suelen colgar calcetines al lado de la chimenea para Papá Noël, al creer que bajará por la chimenea durante la noche para dejarles regalos. En el día de Navidad (25 de diciembre) los fieles cristianos van a la iglesia para celebrar el nacimiento de Jesucristo. Mucha gente también celebra la Navidad reuniéndose con familiares y amigos para intercambiarse regalos, compartir una comida, beber ponche de huevo y seguir otras tradiciones, que pueden variar según la región o la tradición familiar.

También hay días especiales que, aunque no son fiestas oficiales, son muy festejadas. El Día de la Marmota (2 de febrero) es una tradición rural que afirma que si una marmota sale de su madriguera en ese día y ve su sombra, se esconderá al vaticinar seis semanas más de invierno. El día de San Valentín (14 de febrero) los novios a menudo se regalan flores, bombones u otros objetos como muestra de su cariño. Los niños intercambian tarjetas especiales sin firmar en tono amoroso o jocoso con sus compañeros de clase. El día de San Patricio (17 de marzo) es el día del patrón de Irlanda y se celebra con desfiles, fiestas y llevando ropas de color verde. El Día de la Madre (segundo domingo de mayo) y el Día del Padre (tercer domingo de junio) son los días en que los hijos dan a sus padres tarjetas de felicitación y regalos y quizás les preparan una comida especial o hacen trabajos especiales de casa. El Día de la Bandera (14 de junio) celebra la adopción de la bandera de los Estados Unidos en 1777. Halloween (31 de octubre) tiene sus raíces en los ancestrales festivales británicos de otoño para rechazar los espíritus malignos y celebrar la cosecha; en Estados Unidos es una noche en la que los niños llevan ropas extravagantes y van de puerta en puerta pidiendo golosinas.

Los judíos practicantes en los Estados Unidos guardan los días , que empiezan en septiembre u octubre (según el calendario lunar) con el Rosh Hashanah (el Año Nuevo) y terminan con el Yom Kippur (el día del Perdón), un día de confesión, arrepentimiento y oración para pedir perdón por los pecados cometidos durante el último año. El Chanukah, también conocido como Festival de las Luces, se celebra a finales de noviembre o diciembre. Se dan regalos y se recitan o cantan oraciones especiales alrededor del candelabro denominado menorah, que tiene nueve brazos. Para cada uno de los ocho días del festival, el número de velas encendidos coincide con el día de celebración —por ejemplo, se encienden cinco velas en el quinto día—. Se usa una vela adicional para encender las otras. Mientras se consumen las velas, se cantan canciones y se hacen juegos. Los judíos practicantes también celebran la Pascua, que conmemora la salida de los judíos de la esclavitud en Egipto, en marzo o abril, además de otra serie de fiestas menores durante todo el año.

Los principales meses de vacaciones van desde junio hasta comienzos de septiembre, cuando las escuelas cierran por vacaciones. Aunque algunos tienen más tiempo libre, muchos trabajadores disponen sólo de dos semanas pagadas de vacaciones al año, mucho menos que la mayoría de los europeos. Algunos estados tienen sus propias fiestas y algunas ciudades cuentan con días para celebraciones especiales.




El sentimiento patriótico de muchos norteamericanos hace que se entreguen a los visitantes con esmero, deseosos de mostrarles las costumbres y los lugares de interés de su país. Es por eso que puede decirse que son gente abierta y amable, especialmente a la hora de presumir de su bandera, que encontrará por todos los sitios. No se extrañe si antes de comenzar un partido de béisbol, baloncesto o fútbol americano, los espectadores se ponen de pie respetuosamente, para escuchar el himno nacional.



Por otro lado, los norteamericanos suelen seguir las modas con afán y dedicación, la base que posibilita el consumismo desmedido que caracteriza a este país. No les importa esperar el tiempo que sea necesario, a las puertas de un determinado establecimiento popular, aunque exista otro de las misma características, pero que sea totalmente desconocido, para hacerse de algún producto. Esta actitud propicia, además, las grandes batallas comerciales y publicitarias, donde la comunicación juega un papel primordial. Es muy común ver como se desviven por reunir los cupones de descuento que aparecen en todo tipo de publicaciones. Ahorrar un poquito es avanzar un paso más en una sociedad en la que las clases están más bien ocultas.

La constitución de los Estados Unidos garantiza la libertad de credo. Es prácticamente un hecho que encontrará una iglesia, sinagoga o mezquita cerca de su casa, lugar de trabajo o escuela para personas con sus creencias.

La libertad de credo también implica que puedes ser abordado por grupos religiosos que quieran invitarte a su iglesia. Algunos de estos grupos pueden ser muy agresivos. También existen algunos grupos que buscan reclutas entre los estudiantes en las universidades. Evítalos, en muchos casos son extremadamente seductores. Si se te acerca un reclutador de algún culto o grupo religioso, evita el contacto visual, no discutas y sigue caminando. Muy frecuentemente usarán una pregunta retórica para abrir la conversación, como por ejemplo “¿Cree Usted en Dios?”. Ignóralos o responde con una pregunta que los confunda lo suficiente para que te dejen en paz, como podría ser “Solo los martes y jueves”. Aun cuando estuvieras interesado en su culto o religión en particular, se recomienda que busques en las iglesias locales por tu propia cuenta.



En la gran mayoría de las ciudades importantes existen organizaciones que tratan de asistir a visitantes internacionales durante su estancia en los Estados Unidos ayudándolos a familiarizarse con las costumbres americanas. Entre estos servicios normalmente encontraras la posibilidad de encontrar una familia anfitriona para pasar la tarde, visitas guiadas de la ciudad, visitas a fábricas y negocios de la localidad y algunos eventos sociales.

Puedes preguntar a tus amigos y colegas para saber si la ciudad cuenta con este tipo de organización, o buscar en las paginas amarillas (el equivalente de las Paginas Amarilla en España).


En los Estados Unidos, el número 13 es símbolo de mala suerte. En muchos edificios altos se omite el número 13 cuando se numeran los pisos.

El número 7 por el contrario es símbolo de buena suerte.

En la mayoría de los casos la temperatura en Estados Unidos se muestra en grados Fahrenheit (°F), y ocasionalmente también en grados Celsius (°C). Para convertir de Fahrenheit a Celsius solo sustraiga 32 y multiplique por 5/9 (0.56).

El clima varía considerablemente a través de los Estados Unidos. En ciertas épocas del año, Usted probablemente necesitará un paraguas, inclusive en Las Vegas o Los Angeles. En las ciudades del norte, como Boston, Chicago, Pittsburg, Nueva York, Seattle, Washington y Denver necesitará ropa de invierno y equipo para la nieve. En los estados del sur, como California o Florida, los veranos pueden ser muy calientes y los inviernos templados. Dependiendo del lugar en que se encuentre, la temperatura en verano varia entre 70 y 90 °F (21 y 33 °C).



Sin importar en que lugar de los Estados Unidos te halles, seguramente necesitaras un suéter o chaqueta para parte del año. Si viajaras o vives en algún lugar donde nieve también necesitaras un buen abrigo de invierno, botas, guantes y un gorro o sombrero que cubra tus orejas. Recomendamos que no compres tu ropa de invierno hasta llegar a los Estados Unidos: es mucho más fácil encontrar el atuendo adecuado y a veces más barato. Espérate a llegar y fíjate en lo que usa la gente del lugar.


En los Estados Unidos existen cuatro zonas horarias principales: la Hora del Pacifico (Pacific Standard Time PST), Hora de las Montañas (Mountain Standard Time MST), la Hora del Centro (Central Standard Time CST), y la Hora del Este (Eastern Standard Time EST). Por lo que si estas en Los Angeles, California y son las 9:00 AM (PST), son las 10:00 AM en Denver (MST), 11:00 AM en Chicago (CST) y las 12:00 PM en Nueva York (EST). Para saber la hora de Alaska resta tres horas a la hora central de México, para Hawai resta 4 horas y para Puerto Rico suma 2 horas.

Es importante tener en cuenta lo anterior sobretodo si llamas o viajas a través del país. Por ejemplo: si estás en la costa este de los Estados Unidos, digamos en Nueva York, y a las 9:00 AM llamas a alguien en los Ángeles (costa oeste) probablemente esta persona estará todavía en cama y si se trata de algún negocio estará cerrado.

La hora de verano (se adelantan los relojes una hora) en los Estados Unidos comienza el primer domingo de abril y termina el ultimo domingo de octubre.

En los Estados Unidos todavía se usa el Sistema Inglés de pesos y medidas. En algunos lugares también se maneja el sistema métrico, pero la gente sigue pensando en onzas, yardas y galones, no en kilogramos, metros o litros. A continuación encontrará una tabla de conversión para las unidades y medidas más comunes.


Longitud
1 pulgada = 2.54 centimetros (cm)
1 centimetro = 0.39 (in)
1 pie = 0.305 metros (m)
1 metro = 3.28 pies (ft)
1 pie = 12 pulgadas
1 yarda = 0.914 metros (m)
1 metro = 1.09 yardas (yd)
1 yarda = 3 pies
1 milla = 1.61 kilometros (km)
1 kilometro = 0.62 millas (mi)
1 milla = 5280 pies

Peso
1 onza = 28.85 pramos (g)
1 gramo = 0.035 onzas (oz)
1 libra = 0.4536 kilogramos (kg)
1 kilogramo = 2.2046 libras (lb)
1 libra = 16 onzas

Volumen
1 galon = 3.7854 litros (L)
1 litro = 0.2642 galones (gal)
1 milla /galon =0.42514 km/litro









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